Muchas startups, PYMEs y microempresas se enfrentan a veces a un problema de liquidez pese a tener un negocio solvente. Es habitual que los clientes paguen en un plazo de hasta 60 días, y en ocasiones esto puede provocar problemas en el flujo de caja. Una opción rápida y sencilla para solventarlo es el factoring, mediante el cual la empresa puede lograr un anticipo para el cobro de sus facturas.
Quién participa en el anticipo de facturas
Para los emprendedores el factoring es una solución financiera simple, innovadora, transparente y 100% digital que les permite hacer crecer su negocio de manera saludable. Porque con un acceso más rápido a la liquidez pueden pagar sin problemas a sus proveedores o empleados, invertir en procesos internos o iniciar nuevos proyectos.
¿Como funciona? Tres partes participan en el anticipo de las facturas:
- La empresa que emite la factura y quiere cobrarla por anticipado.
- Instant Factoring, que, a cambio de una tarifa fija comunicada desde el inicio, transfiere a la empresa el valor de la factura pendiente en 24 horas.
- El cliente de la empresa. Para él lo único que cambia es el número de cuenta donde realizará el pago. Solo tiene que confirmar la factura y aceptar este cambio en la cuenta. La relación entre la empresa y el cliente no se ve afectada en modo alguno por el proceso de factoring.
Cómo conseguir un anticipo con factoring
El factoring te permite acceder al dinero cuando lo necesitas a través de un sencillo y transparente proceso 100% online.
Regístrate en la plataforma Instant Factoring
Crea tu cuenta gratis en tan solo dos minutos. El proceso en la web de Instant Factoring es fácil e intuitivo.
Sube la factura que deseas financiar
Para hacer tu solicitud de financiación puedes cargar a la plataforma una o tantas facturas como quieras por un valor máximo de 250.000 euros, incluso si tu negocio acaba de comenzar. Puedes subirlas en cualquier formato (doc, pdf, escaneadas o imágenes). Al momento conocerás cuál es la comisión por el servicio, sin gastos ocultos ni sorpresas.
Las únicas condiciones para aceptar la financiación de tus facturas son: que la factura siga en plazo y no presentes problemas de pago. Esto es: el deudor tiene que ser una empresa con más de un año de antigüedad y no puede ser insolvente, ni atravesar grandes dificultades financieras, ni registrar incidencias en el pago de sus facturas (CIP), ni tener muchas deudas con la administración pública. Tampoco se pueden financiar facturas de empresas que formen parte del mismo grupo empresarial de la empresa que solicita el servicio de factoring.
Recibe el dinero en tu cuenta en un máximo de 24 horas
Tras un rápido proceso de evaluación recibirás la aprobación en tan solo dos horas. Ahorras tiempo, porque en un máximo de 24 horas recibirás en tu cuenta una transferencia por hasta el valor total de la factura, menos la comisión de financiación. Sin burocracia, sin complicaciones y sin tener que desplazarte a ninguna oficina bancaria.
Vamos a resumirlo en un caso práctico para que quede más claro. Supongamos que has emitido una factura de 200 euros a un cliente. La factura aún no está vencida, pero necesitas el dinero rápido para afrontar los gastos habituales de tu negocio. Siguiendo los pasos anteriores, en un máximo de 24 horas recibes 194 euros en tu cuenta. Los otros 6 euros son la comisión de la empresa de factoring.
Las cifras son tan solo orientativas, pero sirven para que te hagas una idea de las ventajas del factoring. Este servicio te aporta liquidez para superar las dificultades que a veces ocasionan a las empresas quedar atrapadas entre los largos plazos de pago de los clientes y los estrictos términos de los proveedores, las nóminas y los impuestos. Una alternativa de financiación fácil y sin inconvenientes ni para ti ni para tu deudor que permite a tu negocio seguir creciendo.