En un discurso ofrecido durante el lanzamiento de la ‘fintech’ rumana en España celebrado a finales de mayo en Bilbao, el presidente de la Federación Europea de Bancos Éticos y Alternativos (FEBEA) y miembro del Consejo de fondo de inversión MicroEurope, Peru Sasia, explicó la imperiosa necesidad del ‘factoring’ como solución al problema actual de la financiación de las pequeñas y medianas empresas.
«Las empresas como Instant Factoring generan un impacto sobre realidades que no encuentran respuestas adecuadas en el sistema financiero actual». Así lo expresó el presidente de la Federación Europea de Bancos Éticos y Alternativos (FEBEA) y miembro del Consejo de fondo de inversión MicroEurope, Peru Sasia, durante el lanzamiento de la entidad rumana en España que se celebró el 29 de mayo en el auditorio BAT – B Accelerator Tower de Bilbao. El director ejecutivo de la ‘fintech’, Cristian Ionesco, fue el encargado de presentar en sociedad el cometido de la ‘fintech’, que no es otro que adelantar el cobro de una factura emitida a crédito a una empresa con dificultades económicas, en un acto al que acudieron distintas personalidades como el máximo responsable del fondo Seed Capital Bizkaia, Óscar Ugarte Gamboa.
«Instant Factoring se define como una empresa de servicios financieros digitales con la misión de financiar pequeñas empresas y microempresas que no cuentan con servicios bancarios ni están atendidas por el sistema financiero tradicional, a través de soluciones simples, innovadoras, transparentes y 100% digitales», señaló Sasia, quien destacó el impacto social de la firma tecnológica como alternativa financiera para impulsar el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas (pymes). Con su experiencia de más de veinte años en la FEBEA, los siete últimos al frente de la federación, aseguró que resulta «imprescindible conocer la historia, la genealogía de todas esas entidades para comprender su propósito, su cultura y sus plantaciones concretas». Al hacerlo, «surgen análisis de las claves motivacionales; entre ellas, encontramos organizaciones surgidas para establecer determinadas líneas rojas a la actividad de crédito, para explorar nuevos modelos de gobernanza, para incidir en los contextos normativos y en las pautas de consumo de la ciudadanía», subrayó.
Sasia recalca que su impacto social remite a un espacio económico, especialmente sobre el tejido pyme y los microemprendimientos. Instant Factoring juega un rol esencial porque ayuda a muchísimas empresas que tienen «dificultades de acceso a servicios financieros específicos, al ser muchas veces poco entendidas ya sea por su tamaño, sus características o su localización», prosiguió. «La búsqueda honesta de impacto social, más allá de parcializaciones u operaciones de ‘green’ o ‘social washing’, requiere de organizaciones cuyas claves motivacionales y su sensibilidad ética empapan al conjunto de la organización. Son organizaciones que aportan valor desde diversos puntos de vista. Por un lado, como modelo que muestra que es posible operar de forma sostenible siendo organizaciones cuyo propósito prioritario es generar valor social; en segundo lugar, como solución concreta para aquellos que no encuentran respuestas adecuadas en los mercados tradicionales; en tercer lugar, como inspiración para que las administraciones exploren e implementen innovaciones legislativas que apoyen estas iniciativas», precisó.
Para el presidente de la FEBEA, se trata de «organizaciones que nuestra sociedad necesita hoy, y muy especialmente en el espacio financiero, nutriendo a este ecosistema de una biodiversidad tan posible como necesaria». «Tuve la oportunidad de conocer a Instant Factoring por primera vez mientras representaba a Banca Etica en el Consejo de Administración de MicroEurope, y me impresionó mucho la calidad del intercambio que tuvimos cuando hablamos de los detalles de nuestra inversión», indicó antes de confesar que «aparte de los temas obligatorios que siempre están presentes, como el diálogo normal entre inversor e interesado, también hubo un lugar muy relevante para las preguntas vinculadas con el impacto social de ambas organizaciones y me ayudaron a pensar un poco más en profundidad sobre la importancia de este concepto».
El máximo representante de la Federación resaltó la importancia del alcalde del impacto social y el valor de las organizaciones que generan repercusiones positivas. «Creo que es imprescindible comenzar con una idea que puede parecer bastante evidente, pero que encierra una indudable profundidad: definir el perímetro de impacto que considera relevante es una decisión de la organización, y es posiblemente la decisión de mayor contenido ético que una organización hace, con consecuencias directas en su desempeño económico, estratégico y operativo», remarcó.
«No podemos olvidar que las organizaciones solo pueden gestionar aquello a lo que prestan atención, de tal manera que cuando deciden valorar un determinado impacto están a su vez decidiendo a tres niveles distintos: En primer lugar, seleccionando los impactos a los que considera que es importante prestar atención, que serán algunos de todos los que genera. En segundo lugar, decidiendo la información que quieren buscar y la información que quieren descartar respecto al impacto, que le permitirá valorarlos desde una perspectiva concreta, que no será la única. Y, finalmente, identificando los grupos de interés y las características del entorno en los que quiere centrar el análisis, que serán una parte del total de la sociedad a la que esté afectando con sus impactos», agregó Sasia.
También insistió en que «el perímetro de los impactos a los que la organización presta atención encuentra su base fundamental en las motivaciones que tiene para perseguir los incentivos que considera valiosos y que explican, consecuentemente, las prioridades estratégicas que establece». «Estos incentivos los puede ofrecer (y lo hace, sin duda) el mercado en el que la organización opera, pero pueden extraerse asimismo del contexto social en el que habita, siempre y cuando quienes ostentan posiciones con influencia en la organización los reconozcan como algo valioso que merece la pena perseguir; esto nos conecta con la cuestión de la cultura y los valores en la organización», profundizó.
Sasia dejó claro que el compromiso por el impacto social adquiere consistencia cuando se integra sólidamente en el propósito de la organización y, consecuentemente, empapa su cultura, capilarizando todos los niveles organizacionales. «Perseguir este objetivo, de contenido y alcance mucho más amplio que el beneficio económico a corto plazo, supone un reto para la gobernanza de la organización extremadamente importante, especialmente a medida que la organización va creciendo e, inevitablemente, se va alejando de las comunidades locales en las que surgió el proyecto», aseveró.
Del mismo modo, afirmó que integrar el impacto social en el propósito de la organización logra que se convierta en un compromiso con la sociedad, con la que establece un vínculo de ciudadanía que va mucho más allá de la provisión de productos y servicios. «La ética empresarial, en su sentido más hondo, consiste en incorporar en las decisiones de la empresa el afrontamiento de los diferentes dilemas que la sociedad plantea», remachó Sasia.